Beber TAROT bajo su influencia es un acto de entrega al presente: cada sorbo es una invitación a soltar el control y seguir tu intuición.
El vino encarna la ligereza de espíritu con la que El Loco inicia su viaje, confiando en que el camino se revelará paso a paso.
Es un momento para dejar atrás las dudas, explorar sin expectativas y permitirte disfrutar lo inesperado.
Disfrutar de TAROT con esta energía es abrirte a lo nuevo con curiosidad y alegría, con la certeza de que todo comienzo auténtico lleva consigo su propia magia.